miércoles, 22 de febrero de 2012

MI UNIVERSO

MI UNIVERSO

¿Por qué te echo de menos, si no te tengo?

¿Cómo podré respirar si tú eres mi aliento?

No puedo escribir poemas si tú eres mis versos.

Seré tu estrella o tu luna si tu eres mi universo.

Dime que elixir me has dado que produce esta locura;

que me eleva al infinito sin desear la cordura,

y en mis adentros te alojas disipando mi amargura.

La calidez de tu voz me acaricia con dulzura.

Desear, soñar, amar, sintiendo sueños de amor;

hiriendo en lo más profundo con dardos mi corazón,

que reclama y proclama recuperar la ilusión,

mirando en el infinito sentimientos de pasión.

Te busqué en el cielo azul, buceando mar adentro;

en oasis y jardines, paraísos y desiertos.

¡Nadie me hablaba de ti! Con pesar y sentimiento,

volví a mi rincón oscuro de tristezas y lamentos.

En mi noche tenebrosa una luz me iluminaba;

era mi sueño despierta, era la luz de mi alma.

Mi sendero, mi refugio, devolviéndome la calma;

Guiando mi caminar, de las tinieblas al alba.

Marga Utiel

miércoles, 1 de febrero de 2012

SENDEROS DE ARENA Y MAR



SENDEROS DE ARENA Y MAR

Tengo tu imagen grabada, tus ojos y tu mirada al cruzarse con
la mía.
Caminando desespero si no encuentro tu sendero, ni tus labios en mis labios con sabor intenso a mar.
En mis noches con tu ausencia rememoro las vivencias que mitigan mi pesar.
El susurro en mis oídos de tu voz y tu delirio; tu perfume en mis sentidos, permanecen en la espera para no desesperar.
Que elixir tiene tu boca, que imán me lleva hacia ti, que no me puedo negar, ni deseo desatar los lazos de tu mirada?
Un torbellino me envuelve con las olas y tu cuerpo; cerca, lejos y en silencio, con susurros y con besos, caminando al infinito con horizonte de amor.
Imagino realidades del futuro que es mañana, cuando amanece la calma, y apenas la luz del alba, apareces y me elevas.
En la orilla de mi mar sigo teniendo presente, que muero por volver a verte, esperando en el camino, mezclando arena con sal.
Rumores inesperados nos acercan sin remedio, temiendo que en el encuentro de tu alma con la mía, un atisbo de agonía robe el
aliento de un beso.
Otra página en el libro que acapara nuestras vidas, con ilusión compartida, con sueños de realidad.
Caminando en el sendero que nos lleva al infinito, necesito tu suspiro para poder respirar.



Marga Utiel –Badajoz- España