domingo, 7 de diciembre de 2014

DIGNOS DE LÁSTIMA

Nunca entenderé el afán que tienen algunas personas por controlar a las que tienen a su alrededor. Es un empeño malsano, y hasta patológico; como una especie de desequilibrio psicológico para suplir ciertas carencias en el ámbito privado de sus vidas. Considero que esas personas poseen un desmesurado empeño en creer que son más importantes si consiguen ser, o al menos parecer, superiores al resto de sus compañeros/as, vecinos, o amigos. Esta anomalía suele darse en personas de baja autoestima, que en el ámbito privado no tienen el reconocimiento ni la admiración de las personas de su entorno, y arrastran desde la infancia un acusado complejo de inferioridad. A veces. pueden causar un daño irreparable, si disparan sus emponzoñados dardos contra seres débiles, y en otras ocasiones -la mayoría- estas malas acciones encuentran un duro adversario, que les hace sentir como si chocaran contra un muro; o lo que es peor, como si recibieran su propio mal, una especie de boomeran que les golpea con toda la fuerza que ellos emplearon para lanzarlo contra los demás.
Un dicho popular asegura que recibimos todo lo que proyectamos, como un reflejo de nosotros mismos en un espejo, que nos devuelve la imagen real que está frente a él. Y ya sabemos que "quien escupe al cielo, le cae en la cara".

4 comentarios:

Bicicleta dijo...

A palabras húmedas oídos impermeables

Marga_utiel dijo...

Que gracioso!!! Nunca lo habia oido expresar así lo de: "A palabras necias, oidos sordos" o aún más sofisticado, "A palabras emitidas por laringes inconscientes, trompa de eustaquio en estado de letargo. Gracias por aportarme una nueva forma de expresión.

Unknown dijo...

No es fácil seguir el Consejo. ¡Cuánto daño pueden hacer las palabras necias! Qué fácil lo tiene quien quiere alterar la estabilidad emocional de alguien. Quién le pone un candado en la boca a un despiadado? Qué bonito sería que nos fijáramos en lo mucho bueno que toda persona tiene!
Miremos la viga que llevamos en nuestro ojo en lugar de la mota del ajeno. No te parece, encanto?

Marga_utiel dijo...

Cierto!!! Esa trayectoria de vida, nos llevaría hacia la perfección. Pero la mayoría tiene otros intereses más mundanos, esos que, (paradójicamente) no echa de menos cuándo pierde los otros.